En esta entrada al blog, quiero compartir con
ustedes mis apreciaciones y las sensaciones vividas
en la visita que realicé el pasado martes día 14 de mayo al Colegio de Educación Infantil y Primaria Lomo
Pelado, situado en el municipio del Rosario. El motivo por el que asistí a este
colegio, fue porque se trata de un centro unitario (como ya expliqué en otra entrada anterior) que como tal
presenta unas características y peculiaridades distintas a las de un colegio
ordinario de la isla, y tras la visita, puedo decir que no me arrepiento lo más
mínimo de haber acudido a él, ya que la experiencia ha sido realmente
gratificante, y me llevo de ese momento muchos recuerdos y vivencias que jamás
podré olvidar. Antes de comenzar a narrar mi día en el colegio, me gustaría
agradecer a todas las personas que me han permitido y facilitado llevar a cabo
esta aventura educativa en el CEIP Lomo Pelado.
En primer lugar, como no podía ser de
otra manera, mis más sincero agradecimiento a la directora del colegio Mª del
Valle Ramos, por su conferencia en la Facultad de Educación el 21 de marzo de
este año, que me dio a conocer el centro y saber un poco más en qué consisten
los colegios unitarios, pero ante todo, por permitirme asistir al mismo y
abrirme las puertas de él como si fuera mi propia casa. Otra de las personas
que merece una especial mención es Lucía, profesora de los niños y niñas de
Primaria, que fue la que más tiempo me aguantó, ya que estuve con ella casi
toda la mañana, me contestó a todas las preguntas que me iban surgiendo, me
contaba cosas interesantes del colegio y de sus alumnos/as, y me acompañó en un
tour por todo el centro enseñándome
todas las aulas y explicándome el uso que le daban a ellas. Luego agradecer
también a Eva, profesora de música de los chicos y chicas, que a pesar de que
únicamente estuve con ella una hora de clase, aprendí muchísimo con su
metodología de trabajo en el aula, y también con la pequeña charla que tuvimos
en el horario de recreo. Por último, y no por ello menos importante, no puedo
olvidarme de dar las gracias enormemente a los alumnos y alumnas de la escuela,
ya que son los auténticos/as protagonistas de esta historia, pues sin ellos/as
todo esto no podía haber sido posible. Es una pena que la ley de protección de
datos no me permita que en las fotos que saqué del colegio salgan estos niños y
niñas, ya que le hubieran dado una luz y alegría a las fotografías
impresionante, además de que me hubiera gustado que tuvieran mayor presencia en
esta entrada, pues como ya he dicho son ellos/as los verdaderos protagonistas
de esta narración, y ver sus caras de felicidad y alegría no tiene precio, es
imposible describirlas en palabras.
Mi
andadura por el colegio empezó a las 8:45, quince minutos antes de que se abrieran
las puertas para que comenzara la jornada escolar del alumnado. En este tiempo,
la directora Valle me presentó a Lucía, con la que iba a pasar las primeras
horas, ya que su clase es donde más diversidad de niveles educativos hay, y de
este modo podía ver mucho mejor cómo funcionan los colegios unitarios. Así
pues, la clase estaba formada por dos alumnos/as de 1º, dos de 2º, dos más de
3º, uno de 4º, una alumna de 5º y uno de 6º, haciendo un total de nueve
alumnos/as en el aula, cuatro chicos y cinco chicas. En cuanto a la
organización del aula, los chicos/as más
pequeños/as se sentaban juntos, para así poder ayudarse entre ellos/as,
mientras que los/as mayores preferían sentarse solos/as para trabajar más
autónomamente.
Nada más empezar, la profesora apunta la fecha en las dos
pizarras, una para el primer ciclo y la otra para el segundo y tercer ciclo, y
también marca unos ejercicios del libro para cada uno de los niveles. Tal y como
me comentó Lucia, siempre suele empezar con la asignatura de Lengua, ya que es
la que le resulta más sencilla a los niños/as para trabajar mientras ella
los/as va llamando uno por uno para corregirles la tarea marcada para casa del
día anterior. Aunque la profesora no es muy partidaria de mandar tarea para
casa (solo a los de 1º y 2º para reforzar la lectoescritura), se ha visto un
poco presionada por los padres y las madres de los niños/as, ya que son
ellos/as son los que les pide que les apunte tareas para hacer en casa, pues
sus hijos/as se pasan toda la tarde en casa (a excepción de las actividades
extraescolares que realizan), y es una forma de mantenerlos ocupados y que no
molesten. Aunque, como ella mismo me explicó, esto no sirve realmente para nada,
ya que sus familiares no se suelen sentar con los chicos/as a ayudarles e
interesarse por lo que están haciendo, por lo que mandarles tarea no tiene ningún
sentido.
El método que utilizan las profesoras
del colegio para motivar a los niños/as a hacer la tarea y que la realicen
bien, no a la carrera para acabarla cuanto antes, es una ficha donde cada día o
con cada tarea se les marca un sello con una cara sonriente si lo han hecho
bien, o con una cara triste si lo han hecho mal o regular. Gracias a que son tan
pocos alumnos/as en clase, se consigue realizar una enseñanza más
personalizada, y la profesora puede llevar un seguimiento del alumno/a mucho
más exhaustivo que si fuera una clase normal. Además, pese a que, como comente
antes, los alumnos/as se sientan separados, si a uno/a le surge una duda con la
tarea que está haciendo y la profesora está ocupada ayudando a otra persona, la
suele decir en alto y si alguien sabe la respuesta se acerca y lo/a ayuda, de
modo que se puede ver la unidad que en realidad existe en este tipo de aulas
unitarias.
Mientras seguía corrigiendo la tarea de
sus alumnos/as, Lucía me mencionó que el colegio antes era más pequeño, pero
que se hizo un aumento de las infraestructuras, y ahora que el centro cuenta
cada vez con menos alumnos/as, hay muchos espacios que no se utilizan, así que
en realidad el colegio está muy bien dotado para los pocos niños/as que hay en
él. A parte, con la ley que instauró el PSOE para el uso de las TIC en las
escuelas, el colegio cuenta con pizarras digitales, un ordenador de mesa en
cada aula, 1 ordenador portátil por alumno/a y por profesor/ha guardado en una
caja gris, como se puede ver en la imagen (en principio los portátiles eran
solo para 5º y 6º, pero como hay tan pocos niños/as, en este centro cada alumno/a
cuenta con uno), etc., todo ello perteneciente al programa “Clic escuela 2.0.”
En
un momento, en lo que los estudiantes hacían una tarea que les marcó la
profesora, aprovechó para enseñarme las infraestructuras del centro, el aula
que utilizan para música, con una serie de instrumentos, el aula medusa con 15
ordenadores (que no suelen utilizar, ya que cuentan con los portátiles en las
clases), el aula que a veces utilizan para dar inglés, la dirección, la sala de
profesores/as, una biblioteca con una colección de cuentos y con televisión y
DVD, el comedor, la cocina (que no suele tener mucho trabajo, ya que de los
únicamente se suelen quedar a comer unos 6 o 7 niños/as) y el pabellón (que no
es exclusivo del colegio, pertenece al municipio y se realizan diversas
actividades, pero ellos también los usan en el recreo y para Educación Física).
También me estuvo comentando que a pesar de lo mal que están con respecto a las
subvenciones del gobierno, han podido realizar varias excursiones durante este
curso (teatro de títeres, TEA, concierto de la Fundación Mapfre, etc.), y ya el
viernes de esa semana tenían una excursión planeada a ver unos huertos con
plantaciones.
Una
vez que finalizamos el tour por el
colegio, entré en la clase de Infantil para ver cómo trabajan en esta aula. La
clase estaba formada por siete alumnos/as, cuatro niñas y tres niños, con
edades entre los 3 y 6 años. La dinámica de trabajo en esta etapa no dista
mucho de la que se lleva en otros centros, la única diferencia es que pueden
llevar un mayor control y observación de cada uno de los niños/as. De este
modo, el aula cuenta con un espacio donde trabajan en una mesa grande todos
juntos/as, y un espacio de juegos para los pequeños descansos que hacen entre
tarea y tarea para que no se cansen. La directora, que es la que se encarga de
la clase de estos niños/as, me dijo que el colegio cuenta con un uniforme, pero
que no le obligan a traerlo a las clases, solo para las excursiones. También,
en relación a uno de los niños al que le está costando mucho aprender a leer
las vocales, me comenta que, tal y como ya me había dicho Lucía, los padres y
las madres no se sientan con sus hijos/as para ayudarles, por lo que es muy
difícil que así aprenda bien, y en muchas ocasiones tienen que llamar a las
casas o enviar notas para avisarles de que vengan a hablar con ella.
La
siguiente hora era la del descanso del recreo, y en ella pude ver la zona de
columpios con la que cuenta el centro
(ese día no pudieron ir allí, ya que había llovido y estaba el suelo de goma
mojado), la zona de tierra donde juegan con rastrillos y carretillas, y el
patio principal. En este momento, viendo a los chicos y chicas corretear de un
lado a otro, me di cuenta cuál es uno de los grandes beneficios de estas
escuelas unitarias. A diferencia de los colegios ordinarios, en éste todos los
niños/as se mezclan, juegan juntos con otros/as de distintas
edades, no se dividen en grupos por la misma clase, sino que los/as de Primaria
juegan con los/as de Infantil, y también en cierto sentido cuidan de ellos/as y
tienen cuidado de no hacerles daño. Así pues, aunque tienen sus rencillas como
todos los niños/as, en realidad, más que un centro escolar son como una pequeña
gran familia.
Una
vez finalizado el recreo, volví con los de Primaria para ver la clase de Música
con la profesora Eva. Sin entrar en mucho detalle en los contenidos que dio en
esta hora, si me gustaría destacar su metodología de clase, ya que aunque
estaban dando música, Eva lograba trabajar también el resto de asignaturas con
las actividades que realizaban, como matemáticas, lengua, inglés, etc. Además,
con su forma de dar las clases y de actuar ante las trifulcas que siempre se
dan en un aula, conseguía mantener cierta calma y tranquilidad en el aula, algo
muy difícil de conseguir con niños/as de edades tan diferentes. Asimismo, otro aspecto que me gustaría
destacar de Eva, es que tiene en cuenta los gustos de los chicos/as, puesto
que, por ejemplo, utilizaba juegos y canciones que a ellos/as les gustaban para
enseñar los contenidos que quería que aprendieran, una forma muy inteligente de
dar clases, pues no hay mejor manera de que aprendan unos niños/as que llevar
los contenidos a su propio contexto.
La
última clase del día fue inglés otra vez con Lucía, donde les puso una canción
sobre profesiones varias veces con la letra delante para que la fueran leyendo,
y luego les dio una ficha para que unieran las fotografías de profesiones con
su nombre en inglés. En esta hora Lucía me enseñó en el ordenador del aula los
diversos recursos educativos multimedia que utilizan de la página web de la Consejería de Educación para
seguir trabajando lo que dan en clase. Además, me dijo que reutilizan los
libros que se han ido quedando en el colegio de otros años para que las
familias no se estén gastando dinero en libros, y también utilizan papeles
reciclados, y tienen contenedores de reciclaje por el centro. Y de esta manera
terminó mi visita al CEIP Lomo Pelado a las 14:00, un día que se me hizo muy
corto, la verdad es que nunca se me había pasado tan rápido un día escolar, se
nota la diferencia cuando uno es alumno/a de cuando está de observador. La
única pega que le pongo a mi visita es el tiempo que hacía en la zona, ya que
no acompañó mucho, pues hacía bastante frío y llovió en algunos momentos.
Por
último, no me gustaría terminar esta entrada sin destacar a dos alumnas del
centro que, por su forma de ser y por lo que me contaron de ellas, en tan solo
un par de horas me robaron el corazón y siempre las tendré en mente. Por un
lado, la alumna de 5º de Primaria Ainhoa que, a pesar de no poder asistir al
centro los lunes y los viernes por problemas personales, es una persona con una
gran motivación, que realiza todas las tareas e incluso más de las que se le
manda, se le ve con ganas de aprender y preocupada (ya a esa edad) por sus
estudios, y que en el recreo cuida de sus compañeros/as de clase más
pequeños/as, espero que no se tuerza de este camino y siga así, pues de esta
manera le auguro un futuro muy prometedor. Por otro lado,
la alumna de Infantil Emma, un cielo de niña que con la poca edad que tiene ya
ha pasado por grandes dificultades, y a pesar de ello nunca le ves que se le
borre la sonrisa de su cara, una sonrisa que te hace olvidar todos los problemas
que tienes con solo mirarla, tiene una vitalidad enorme que hace más felices a
los que están a su alrededor.
En
definitiva, estoy encantado de haber realizado esta visita, puedo decir que he
aprendido muchísimo de ella, que ha sido una experiencia inolvidable, no tengo
palabras sino palabras de agradecimiento para todos/as los que forman parte de
esta gran familia, y decir que estaré encantado de volver al centro en
cualquier momento, que estoy aquí para lo que haga falta.